viernes, 23 de marzo de 2007

El Madrid de los Austrias. Rutas, historia y turismo.

La Plaza Mayor, su obra más ilustre

Los Austrias llegan a España con el reinado de Juana I en el siglo XVI pero no será hasta el reinado de Felipe II cuando Madrid se convierta en capital del Estado. A partir de ese momento, la ciudad romperá sus lazos con el medievo para convertirse, poco a poco, en una ciudad moderna. Principalmente, será Felipe III, el primer rey nacido en la nueva capital del imperio, el que inicie el desarrollo urbanístico de la ciudad. Años antes de su reinado, su padre, Felipe II, pone en marcha el proyecto de un nuevo mercado, un vasto mercado central que de cabida al gran número de gente que llega a Madrid en busca de un futuro mejor. Aunque la Plaza Mayor ha perdido la finalidad con la que fue construida, el tiempo la ha convertido en un símbolo de la ciudad del que merece la pena conocer su historia.

Construida sobre una antigua laguna seca vendrá a reemplazar al mercado existente en la Plaza de la Villa, que se había quedado obsoleto. Si inicialmente del proyecto se encarga a Juan de Herrera, arquitecto predilecto de la Casa Real, será uno de los arquitectos más importantes del momento, Juan López de Mora, el que acabará la obra, prácticamente en dos años y por petición de Felipe III.

Lamentablemente, hoy en día, no queda resto alguno de su arquitectura original, la plaza sufrió a lo largo de los años tres incendios que acabaron con el proyecto iniciado por Felipe II. Su reconstrucción se realizará gracias al agravamiento de los impuestos de las tabernas que por aquel entonces eran los negocios más prósperos de la ciudad. El Rey recaudará tanto dinero que también podrá construir la quinta y última muralla de Madrid y luchar contra Francia y Portugal.

Felipe III modificará el proyecto mandando construir la Casa de la Panadería (1590) y la Casa de la Carnicería (1617) utilizadas para la conservación de los alimentos que se vendían en el mercado y que hoy pertenecen al Ayuntamiento de Madrid. La primitiva plaza tenía seis plantas ocupadas por viviendas de particulares y será el escenario de múltiples acontecimientos públicos, desde corridas de toros a Autos de Fe en los que la Inquisición juzgaba a sus perseguidos, pasando por procesiones de santos, fiestas con bailes y Auto Sacramentales.
San Isidro, catedral provisional de Madrid

Otra de las grandes obras realizada por los Austrias es la Colegiata de San Isidro (C/ Toledo, 37), catedral provisional de Madrid hasta que se inauguró la Catedral de la Almudena. Fue realizada por los Jesuitas entre 1622 y 1664, y mandada construir a los escultores Pedro Sánchez, el Hermano Francisco Bautista y Pedro de la Torre durante el reinado de Felipe IV. Los terrenos sobre los que se asienta fueron cedidos por Leonor Mascareñas y la colegiata fue financiada con el dinero que donó, a su muerte en 1603, Doña María de Austria. Era tanto el dinero que dejó a la orden, que todavía en el siglo XIX quedaban 4 millones de las antiguas pesetas por gastar.
Tras la expulsión de los Jesuitas en 1767 por Carlos III, la iglesia se transformó en Colegiata, cambiando su advocación a San Isidro y pasando a acoger los restos del Santo Patrón y su esposa Santa María de la Cabeza. Actualmente, los restos incorruptos del santo se encuentran en el altar mayor en una urna de plata y bronce sobre los restos de su mujer. El templo sufrió un incendio en 1936 que destruyó todo el edificio, menos dos de sus capillas interiores, y numerosas obras de arte.

Plazas, calles y casas
En una de las calles aledañas se encuentra la Plaza de Puerta Cerrada, conocida más por lo que representó que por lo que queda de ella. Fue construida en la muralla cristiana del siglo XII y se convirtió en una de las entradas más importantes de la ciudad. Edificada de manera defensiva, durante el reinado de los Austrias será utilizada por los ladrones para atracar y matar a todo el que pasaba por ella, lo que finalmente motivó su clausura. Como homenaje a la ciudad, la plaza recuerda en sus paredes uno de los lemas de la villa: “Fui sobre agua edificada, mis muros de fuego son”, que hace referencia a su construcción sobre aguas subterráneas y al material con el que se realizaron sus murallas, el silex.

La Plaza de Puerta Cerrada es conocida, al igual que el resto de calles aledañas a la Plaza Mayor, por alojar gran número de establecimientos, tascas y restaurantes tradicionales. Precisamente en esta zona se encuentra el restaurante más antiguo del mundo; trescientos años y el libro Guinness avalan el pasado histórico de 'El restaurante Sobrinos de Botín' (C/ Cuchilleros, 17). Edificado sobre muralla cristiana del siglo XII, que todavía sobrevive y puede contemplarse en su bodega, sus cuatro plantas recuerdan más a una posada que a un restaurante del siglo XX y, en su interior, su horno de leña y su bodega del siglo XV (ahora convertida en comedor) han sabido mantener el sabor del viejo Madrid.

Desde Cuchilleros nos acercamos hasta la Plaza del Conde de Barajas donde se encuentra la Calle de la Pasa y el Pasadizo del Panecillo, que recibirán su nombre en clara referencia al alimento que los curas daban a los indigentes para comer, siempre que certificaran su asistencia a misa. Aquí se contempla el Palacio que perteneció al Conde de Barajas y el Palacio Arzobispal. Muy próxima se encuentra la plaza del Conde de Miranda donde contemplamos el Convento de Corpus Christi fundado en el siglo XVII y conocido popularmente como las 'Carboneras' debido a que en su interior se veneraba un retablo de la Virgen de la Inmaculada que fue encontrada en una carbonería y que fue donada al templo.

Muy cerca, en la Plaza del Cordón se encuentra el palacio que lleva el mismo nombre. Construido a finales del siglo XVII con líneas sencillas, el Palacio del Cordón debe su nombre al relieve de dos cordones que hay sobre su puerta. En el conocido Barrio de la Morería se mantiene uno de los mejores ejemplos de 'Casas a la Malicia'. Se trataba de casas nacidas de la picaresca de los habitantes de la villa que trataba de burlar la famosa 'Regalía de Aposento', edicto de Felipe II que obligaba a todas las casas de Madrid que tuviesen más de una planta a ceder una de las mismas a una familia de la Corte que viviría en ella con todos los gastos pagados.
El recorrido termina en la Plaza de la Villa donde nos encontramos la Casa de los Lujanes (s.XV) edificada como un fortín, la Casa Cisneros (s. XVI) que ha albergado a personajes históricos, y la Casa de la Villa actual sede del Ayuntamiento. Esta última concebida como Cárcel de la Villa y como sede de la Corte en Madrid, fue construida a partir de 1644 según un proyecto del arquitecto Juan Gómez de Mora aprobado en 1629.

DATOS DE INTERÉS

Madrid de los AustriasRecorrido a pieLugar de salida: Plaza Mayor, 27 (Centro de Turismo de Madrid).Horario: visitas guiadas en castellano los lunes y sábados a las 10:00 h y los jueves a las 16:00 hReservas y venta anticipada: (+34) 91 588 29 06 / (+34) 91 588 16 36.Precio: adultos, 3,25 €; jóvenes hasta 25 años, estudiantes, jubilados y desempleados, 2,65 €.

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