sábado, 15 de septiembre de 2007

Los Fusilamientos del tres de mayo de 1808 en Madrid. Goya.

Entrar en si Goya es el mejor pintor español de la historia y si esta es su obra maestra, son cosas que admiten multitud de opiniones, de defensores y de fanáticos. Para mí éste cuadro marca un antes y un después en la historia del arte, creo que en tanto en el 2 de mayo como en éste Goya termina de alcanzar máximo nivel del arte moderno, teniendo ya después que empezar a abrirse los caminos al nuevo arte contemporáneo, caminos que abre el propio Goya, es fácil apreciar que el impresionismo se quiere abrir paso en éste propio cuadro.

El cuadro en si es magnifico y lo es por varias características. La primera es por la el momento, lo que narra, la barbarie francesa en nombre de unos ideales ilustrados que ya se han corrompido. Porque nos muestra algo que sigue siendo tan actual como la guerra, esto que nos enseño Goya hace doscientos años esta sigue ocurriendo hoy en día en muchas partes del mundo. Como Goya divide el cuadro entre los ocho soldados franceses y los fusilados. Pero a éstos últimos los divide claramente en tres grupos, entre la barbarie de los que yacen muertos, la diferente aptitud de los que van a morir, y la desesperación de los que pronto les llegará el turno.

Segundo por sus mensajes simbólicos, el fraile rezando, la iglesia tiene un papel muy importante en el levantamiento, y sobretodo el personaje central. Es fácil ver los estigmas de cristo en las sus manos y su posición con las manos en cruz. Pero también hay que destacar el color de sus ropas, que además de ser los únicos colores claros del cuadro, casualmente coinciden con los colores de la bandera del Vaticano.

Y por último la composición, el truco de la perspectiva, claramente los soldados están demasiado cerca de los fusilados. La luz del farol, magnifica, parece como si ese farol estuviera hay de verdad, dentro del cuadro iluminando la escena. No dejen de ir al Prado, al ser posible a una hora donde no haya mucha gente, de ponerse lo más lejos de él, sin molestar al general Palafox, que es el cuadro que se encuentra justo en frente de éste. Y quedarse allí unos segundos, la habitación con poca luz ayuda e evadirse del lugar y por un momento sentir que esta en Madrid en en inicio del siglo XIX, en la colina de Príncipe Pío viendo como asesinan a los madrileños levantados contra los invasores napoleónicos.

El tres de mayo de 1808 en Madrid, Los fusilamientos de la montaña del Príncipe Pío o Los fusilamientos del tres de mayo, nombre por el que es habitualmente conocido, tienen unas medidas unos 2,68 x 3,47 metros, se realizó en 1814 y se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid. Forma una serie con el cuadro el Dos de mayo. Ambos se almacenaron por largo tiempo y se sabe que hacia 1850, se guardaban en el Museo del Prado, pero no se exhibían. El pintor Madrazo, director del museo, llegó a decir que eran obras de discutible ejecución, muy inferiores a los retratos más famosos del artista. Fue décadas después, con el auge del Romanticismo y el Impresionismo, cuando estas pinturas cobraron fama mundial.

1 comentario:

Emma Alvarez dijo...

Siempre me ha gustado mucho Goya,la luz de sus cuadros. Pero realmente su obra alcanza su punto culminante cuando se refugia en "La quinta del sordo" y empieza a pintar al borde de la locura.