Del 28 de abril al 4 de junio 2011
Mathieu K. Abonnenc, Lara Almarcegui, Markus Amm, Mark Hagen, Jay Heikes, Joanna Malinowska, Mateo Maté, Clara Montoya, Adolfo Schlosser, Erin Shirreff.
“Tabula rasa” indicaba una tabla de cera sin escribir, hoy diríamos una página en blanco. Bien porque aún no se escribió nada o porque se hizo borrón y cuenta nueva. En ambos casos una situación llena de posibilidades. Experiencias sensibles e intelectuales. Un columpiarse antes o después de la Historia.
En la primera sala, encontramos la instalación Cane and the black box, 2009 de Joanna Malinowska, cuyo ritmo nos lleva a una dimensión prehistórica. Vuelta atrás. El cubo negro, “objeto misterioso”, tiene muchas referencias (Malevich, Galina Ustvolskaya,..), pero queremos interpretarlo como el monolito de 2001 Odisea en el espacio. Mark Hagen presenta obsidianas sobre arpillera, también conocidas como vidrio vulcanico, estas lágrimas del fuego nos introducen en una humilde calidez, ya vislumbrada por el fieltro y el bastón de la anterior instalación. Las fotografías de Erin Shirreff completan la sala y nos conducen a la siguiente. Imágenes de cuchillos, esculturas de barro que la artista misma moldea con sus manos y luego retrata en blanco y negro como si de hallazgos arqueológicos se tratara. En la misma dirección apuntan el arco y las flechas de Adolfo Schlosser. Las primeras esculturas jamás realizadas tuvieron que ser las herramientas necesarias para la existencia en la tierra. Una piedra apoyada a la pared, otra obra de Schlosser, abre la magia de los materiales, que evoca energías ancestrales. En los dibujos de la naturaleza de Mathieu K. Abonnenc falta algo que cada uno podrá encontrar siempre en otro lugar. En la sala de la chimenea, la imponente escultura de sal de Clara Montoya presenta una fuerte ambigüedad plástica y nos afianza en este recorrido entre posibilidades encontradas. ¿Sal o mármol? El primer mineral se usaba para conservar los alimentos. La sal evita la putrefacción de la materia, como una plegaría tiende hacia la purificación. El mármol sirvió para eternizar las formas artísticas e arquitectónicas, decorando tumbas y monumentos.. La pequeña fotografía de Mateo Maté, la UCI,de una escultura en mármol, renueva posibilidades, en este caso la de devolver a la vida la escultura, los tubos que salen de la estatua prometen que aun hay esperanza...
Los materiales respiran por sí solos. El encuentro con los artistas producen un cambio en las formas, pero se trata de un intercambio, de este choque se producen un movimiento de sensaciones y pensamientos que involucran al espectador.
Por último el pequeño Civilian Confrontational de Jay Heikes (Plaza de Las Salesas, 2) nos lleva directamente a una dimensión después de la historia, restos, ruinas y un espacio dejado vacío por voluntad de la artista, Lara Almarcegui. La escultura en broce oxidado de Jay Heikes, un cuerpo extraño que lleva consigo la huella del paso de todos los tiempos. Finalmente, la instalación de Mateo Maté concluye el recorrido de “Tabula Rasa” encerrando el vacío con forma de península ibérica. De todos los materiales evocados, ahora nos quedamos con el elemento primordial: el espacio.
Utilizamos el término “prehistoria”, en su sentido literal: “antes de la historia”, sin embargo la dimensión hacia la cual “Tabula Rasa” pretende mover al espectador se encuentra “más allá de la historia”, inclusive más allá del lenguaje. Fuera del tiempo. En este lugar incierto conviven opuestos movimientos y actitudes, que jamás llegarán a conciliarse o, peor a sintetizarse, sino que seguirán proponiendo choques de posibilidades encontradas. “Los pensamientos irracionales deben seguirse absoluta y lógicamente” decía Sol LeWitt y parece concordar con el gramático latino Quintiliano ahí donde sostiene: “creo porque es imposible”. En efecto, queremos acercarnos a lo trascendental en la manera más racional posible, dejando que aflore a la superficie un campo de contradicciones inconciliables, por que es ahí donde hay que afinar el oído y prestar atención a lo que estas obras nos quieren contar. Ver con las orejas y hacer tabula rasa, una y otra vez.
GALERIA MARTA CERVERA
C/ General Castaños, 5
28004 Madrid
http://www.galeriamartacervera.com/
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