viernes, 22 de mayo de 2009

HASTA EL 7 DE JUNIO PODRÁ VISITARSE LA EXPOSICIÓN SOBRE “LOS INICIOS DEL TURISMO EN MADRID”


Esta exposición recorre los inicios del turismo madrileño, basándose, sobre todo, en el material promocional de la época. Carteles, guías, folletos o fotografías nos trasladan a unas décadas en las que el turismo todavía no era una gran industria masiva y sí una actividad llena de encanto.


El pasado turístico de Madrid

Aunque desconocido, Madrid tiene un pasado turístico de más de cien años. Capital modesta, no podía competir con los grandes destinos continentales y, en el interior del país, tenía importantes rivales. Sin embargo, desde principios del siglo XX, conocer Madrid era obligado para las élites nacionales y no fueron pocos los viajeros europeos que visitaron la ciudad.

Desconocida para el gran turismo europeo, fueron los madrileños los primeros turistas de su propio espacio, los más curiosos y entusiastas, haciendo excursiones por la sierra, organizando paseos culturales por la ciudad o aficionándose a las localidades monumentales de sus alrededores, como Aranjuez, Alcalá de Henares o El Escorial,

Desde finales de siglo XIX, en la ciudad había sociedades excursionistas y deportistas; en 1908, ya contaba con un Sindicato de Atracción de Forasteros, y aquí se celebró el V Congreso Internacional de Turismo en 1912, en un tiempo en que la capital se esforzaba en modernizarse en la línea del cosmopolitismo de otras capitales europeas. Uno de los signos más llamativos fue la inauguración de los hoteles de lujo más importantes del país, el Hotel Ritz en 1910, y el Hotel el Palace, en1912.

El cambio más significativo vino, no obstante, tras la I Guerra Mundial. En los años de entreguerras, en plena Belle Epoque, Madrid se empezó a transformar en una ciudad moderna. Los cambios urbanísticos y el nacimiento de la cultura y ocio de las masas (deportes, espectáculos) también contagiaron al turismo.

Nuevos hoteles, negocios turísticos y mejores comunicaciones nos indican que ya era una ciudad con una interesante demanda y oferta turísticas. También la relación con su entorno varió sustancialmente. La sierra evolucionó hacia espacio residencial de veraneo rural de clases medias, mientras que las localidades monumentales se acercaron más a los madrileños gracias a las importantes inversiones que en infraestructuras hizo la dictadura primorriverista. Incluso salieron adelante algunas propuestas de ocio proletario como la llamada playa de Madrid en el Pardo, donde se represó el Manzanares o la “Ciudad Verde” del Jarama, entre Paracuellos y Arganda, considerada hoy como una de las más brillantes propuestas en torno a la cuestión del ocio de las masas. En vísperas de la guerra, Madrid, mucho más cosmopolita y bulliciosa, había encontrado su sitio en el turismo nacional

2 comentarios:

Compro campo en la argentina dijo...

muy buen sitio… saludos a todos

Anónimo dijo...

¿Pero dónde está esta exposición? Enhorabuena por la página! Es genial.