El pintor asturiano Miguel Galano (Tapia de Casariego, 1956) encadena estos días dos importantes exposiciones: a la clausura, hoy, de la muestra que ha protagonizado en la prestigiosa sala cántabra Robayera, sucederá pasado mañana la inauguración de su segunda individual en la sala madrileña Utopía Parkway, «El mar y la noche», que permanecerá abierta hasta el 14 de noviembre.
Bajo la presencia, a menudo conjunta, de esos dos elementos, mar y noche, Galano presenta una serie de óleos sobre lino y grabados impregnados de la ligereza poética y la profundidad emocional que, simultáneamente, caracteriza la obra del pintor. El recorrido alterna las marinas de paisajes reconocibles («Os Cañois»), la evocación viajera («Magrit-sziget», «Bäckeranlage am Abend») o de lugares más cercanos («Xexín»), el paisaje urbano («Libreros en el Prado») o los diálogos con la tradición («Noche española», «Turner en Salinas»), además de una serie, «Ecos de mar», en la que los contornos paisajísticos se diluyen en un puro clima, pleno de resonancias sensoriales y místicas.
El espíritu del romanticismo y la tensión entre lo bello y lo sublime, atraviesan todas las obras de «El mar y la noche».
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